Oposición Geografía e Historia. Prácticas de Arte. Comentario de textos artísticos. Anexo práctico-teóricos Tema 63: Las artes plásticas del impresionismo a la abstracción.
Manifiesto futurista
Filippo Tommaso Marinetti, Le
Figaro, 20 de febrero de 1909
1. Nosotros queremos cantar el amor al
peligro, el hábito de la energía y de la temeridad.
2. El coraje, la audacia y la rebeldía
serán elementos esenciales de nuestra poesía.
3. Nuestra pintura y arte resalta el
movimiento agresivo, el insomnio febril, la carrera, el salto mortal, la
bofetada y el puñetazo.
4. Afirmamos que el esplendor del mundo se
ha enriquecido con una belleza nueva: la belleza de la velocidad.
5. Queremos alabar al hombre que tiene el
volante, cuya lanza ideal atraviesa la Tierra, lanzada ella misma por el
circuito de su órbita.
6. Hace falta que el poeta se prodigue con
ardor, fausto y esplendor para aumentar el entusiástico fervor de los elementos
primordiales.
7. No hay belleza sino en la lucha. Ninguna
obra de arte sin carácter agresivo puede ser considerada una obra maestra. La
pintura ha de ser concebida como un asalto violento contra las fuerzas
desconocidas, para reducirlas a postrarse delante del hombre.
8. ¡Estamos sobre el promontorio más
elevado de los siglos! ¿Por qué deberíamos protegernos si pretendemos derribar
las misteriosas puertas del Imposible? El Tiempo y el Espacio morirán mañana.
Vivimos ya en lo absoluto porque ya hemos creado la eterna velocidad
omnipresente.
9. Queremos glorificar la guerra —única
higiene del mundo—, el militarismo, el patriotismo, el gesto destructor de los
anarquistas, las ideas por las cuales se muere y el desprecio por la mujer.
10. Queremos destruir y quemar los museos,
las bibliotecas, las academias variadas y combatir el moralismo, el feminismo y
todas las demás cobardías oportunistas y utilitarias.
11. Cantaremos a las grandes multitudes que
el trabajo agita, por el placer o por la revuelta: cantaremos a las mareas
multicolores y polifónicas de las revoluciones en las capitales modernas;
cantaremos al febril fervor nocturno de los arsenales y de los astilleros
incendiados por violentas lunas eléctricas; a las estaciones ávidas devoradoras
de serpientes que humean, en las fábricas colgadas en las nubes por los hilos
de sus humaredas; en los puentes parecidos a gimnastas gigantes que salvan los
ríos brillando al sol como cuchillos centelleantes; en los barcos de vapor
aventureros que olfatean el horizonte, las locomotoras de ancho pecho que
piafan en los raíles como enormes caballos de acero embridados con tubos, y el
vuelo deslizante de los aeroplanos, cuya hélice ondea al viento como una
bandera y parece aplaudir como una muchedumbre entusiasta.
Es desde Italia donde lanzaremos al
mundo este manifiesto nuestro de violencia atropelladora e aventureros que
huelen el horizonte, en las locomotoras de pecho ancho que pisan los raíles
como enormes caballos de acero embridados de tubos y al vuelo resbaladizo de
los aviones cuya hélice cruje al viento como una bandera y parece que aplauda
como una loca demasiado entusiasta.incendiaria, con el cual fundamos hoy el
"futurismo", porque queremos liberar este país de su fétida gangrena
de profesores, de arqueólogos, de cicerones y de anticuarios.
Ya durante demasiado tiempo Italia ha
sido un mercado de antiguallas. Nosotros queremos liberarla de los innumerables
museos que la cubren toda de cementerios innumerables.
Filippo Tommaso Marinetti, Le
Figaro, 20 de febrero de 1909
MANIFIESTO FUTURISTA 2.
Cantaremos el amor al peligro, el hábito de la
energía y de la osadía... Queremos exaltar el movimiento agresivo, el insomnio
febril, el paso gimnástico, el salto arriesgado, el bofetón, el puñetazo...
Declaramos que el esplendor del mundo se ha visto enriquecido con la nueva
belleza de la velocidad. Un automóvil de carreras, con su radiador adornado de
gruesos tubos como serpientes de aliento explosivo..., un bólido que ruge, que
parece correr sobre metralla es más hermoso que la Victoria de samotracia.
Queremos glorificar la guerra..., el militarismo,
el patriotismo, el gesto destructor del anarquista, las hermosas ideas que
matan, el desprecio a la mujer... Desviemos el curso de los canales para inundar
los sótanos de los museos... para que floten a la deriva las telas más famosas.
Armaos de piquetes y martillos!, ¡Que vengan esos
buenos incendiarios de dedos tiznados!, iMinad los cimientos de las antiguas
ciudades! Los mayores entre nosotros tienen 30 años. Nos quedan, pues, 10
cuando menos para realizar nuestra misión. Cuando tengamos los 40, que los más
jóvenes y decididos no vacilen en arrojarnos al cesto de los papeles viejos.
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