sábado, 17 de abril de 2021

Oposición Geografía e Historia. Prácticas de Arte. Comentarios: Triada de Micerinos (Escultura Egipcia)



Oposición Geografía e Historia. Prácticas de Arte. Comentarios: Triada de Micerinos (Escultura Egipcia) 

COMENTARIO: Triada de Micerinos.

Escultura Egipcia Imperio Antiguo, IV dinastía.

Identificación

La obra se conoce la como la “Triada de Micerino”. Se trata de una escultura concebida como un alto relieve de grupo, en el que el faraón Micerino se adelanta a las figuras de las diosas Hathor y la divinidad del nomo de Cinópolis que le acompañan a ambos lados.

La obra está realizada en roca, concretamente diorita. Se desconoce su autor, como en casi todas las obras de arte egipcias.

Su cronología se situaría a mediados del III Mil. a C., en concreto en torno al año 2530-2500 a C.; por lo que se corresponde con el periódico histórico del Imperio Antiguo y a la IV dinastía, durante el Imperio menfita.

Fue hallada en el año 1.910 durante las excavaciones arqueológicas realizadas por el arqueólogo estadounidense George Andrew Reisner, en el templo del Valle del conjunto funerario de Micerino en Guiza, localizado a 20 km al suroeste del centro de la ciudad de El Cairo (Egipto). Por tanto, procede del templo funerario del faraón Micerino, situado en el complejo funerario de Gizeh. Hoy se encuentra en el Museo Egipcio de El Cario.

Desde un punto de vista temático, el faraón aparece representado junto a la diosa Hathor (diosa del cielo y la fertilidad) y su esposa o bien la  divinidad del nomo de Cinópolis. La diosa Hathor se representa de modo convencional, como una mujer con cuernos de vaca y entre ellos el disco solar.

CONTEXTO HISTÓRICO

Micerino, también conocido como   Menkaura, fue un faraón de la IV Dinastía del Imperio Antiguo de Egipto. Hijo del faraón Kefrén y nieto del faraón Keops. Algunos investigadores piensan que pudo haber gobernado desde el año 2.514 a.C. hasta el año 2.486 a.C.

Durante su reinado se le atribuye la construcción de la tercera pirámide de la meseta de Guiza, así como numerosos grupos de esculturas (donde aparecen representados el faraón y su esposa, Jamerernebty).

ANÁLISIS- Descripción y elementos formales:  

Tiene una altura de 92,2 cm. Está fabricado en roca de diorita, mediante la técnica de tallado.

Se trata de un altorrelieve escultórico que representa a tres figuras humanas. El faraón Micerino se encuentra entre dos divinidades femeninas.

El faraón se encuentra representado de pie con la pierna derecha retrasada, mientras la pierna izquierda se encuentra adelantada en posición de avance. Lleva la corona blanca del Alto Egipto y en la barbilla destaca la barba postiza (símbolo de la realeza).

Del rostro destaca la nariz ligeramente respingona (se piensa que puede ser un rasgo distintivo del faraón).

Se encuentra ataviado con un sencillo faldellín plisado que deja el torso, los brazos y las piernas al descubierto.

Cabe resaltar que el faraón se encuentra representado con una anatomía de complexión fuerte.

Los hombros son anchos y tanto la caja torácica como el abdomen se encuentran formados por dos triángulos que se unen en los vértices.

Las dos divinidades femeninas se encuentran representadas de pie, una a cada lado del faraón.

A la derecha del faraón se encuentra representada la diosa Hathor (diosa del cielo, madre simbólica de sus representantes terrenales, los faraones), el pie izquierdo se encuentra ligeramente avanzado. Se puede observar como en la cabeza tiene un tocado de cuernos de vaca y un disco solar (ambos son símbolos del carácter celestial y maternal de la diosa).

A la izquierda del faraón se encuentra representada su esposa, en posición de pie y con ambos pies juntos, como la diosa protectora del nomo (cada distrito o provincia de Egipto) de Cinópolis (capital del Alto Egipto, denominada Saka). Sobre su cabeza se encuentra representado un chacal (también conocido como Can negro) que representa el emblema de la capital (Saka) de Cinópolis (el número XVII y la deidad Anubis).

Cabe subrayar que ambas divinidades femeninas se encuentran ataviadas con sencillas túnicas casi transparentes que dejan entrever su anatomía, destacando los cuerpos estilizados.

También se puede observar como ambas melenas les caen por delante del cuello hasta la altura de los pechos. Así mismo se aprecia como ambas divinidades se agarran con una de sus manos al brazo más próximo del faraón.

Respecto a la composición, se caracteriza por su unidad y equilibrio, resalta la perfección y el refinamiento de los detalles anatómicos (sobre todo en los detalles de las facciones), por lo que las tres figuras se encuentran idealizadas.

Igualmente se caracteriza por la Ley de la frontalidad (el altorrelieve ha sido fabricado con la intención de ser contemplado de frente), la rigidez plástica y el hieratismo (se aprecia en la línea recta de los hombros y de las caderas).

Cabe enfatizar que el canon de medida que divide los 92,5 cm de altura en 18 partes iguales a la medida de un puño se encuentra distribuidos: dos para la cabeza, diez para los hombros hasta la altura de las rodillas y seis para las piernas y pies.

En cuanto a la funcionalidad destacan tres funciones: funeraria, política y religiosa.

La función funeraria se puede observar en la representación del faraón, puesto que la posición avanzada refleja el inicio a la vida eterna, además el altorrelieve sirve de soporte al Ka (fuerza vital) del faraón en caso de que su cuerpo quedara deteriorado o perdido. Así mismo al encontrarse rodeados por las dos divinidades, se asegura en el más allá la lealtad y los tributos de estas, a parte de una mejor vida.

La función política se encuentra reflejada en la inscripción jeroglífica situada a los pies del faraón, se puede apreciar como tiene escrito que el faraón Micerino es el señor y protector de todas las tierras de Egipto.

La función religiosa queda reflejada en la temática, el faraón se muestra representado como un dios, recibiendo un gesto protector de las dos diosas (a través de las manos que se tocan).

Para finalizar enfatizar que la Triada de Micerino representa el modelo masculino y femenino ideal que tenían los egipcios a mediados del III milenio a.C.

En la actualidad se encuentra en el Museo Egipcio de El Cairo, Egipto).

CONCLUSIÓN

Esta obra, en la que aparecen representados el faraón Micerino junto a su esposa y la diosa Hathor es un compendio de los convencionalismos de la escultura egipcia, en la que priman la sensación de rigidez, estatismo, inexpresividad e inexpresividad y frontalidad que permiten distinguir con claridad la estatuaria egipcia de la de cualquier otra etapa histórica.


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ANALISIS.    

Iconografía: Los personajes representados en este grupo son: el faraón Micerinos en el centro con la corona del imperio antiguo con el torso desnudo y una falda o faldellín, adelantando la pierna izquierda, a la derecha la diosa Hathor, con los cuernos de vaca y el disco solar, símbolo de lo divino y a la izquierda la representación de un nomo o divinidad provincial como expresión de lo terrestre.   

Material:  El material es la piedra de diorita procedimiento la talla. Se tallaba el bloque de piedra cúbico previamente diseñado el frente y el perfil.  Esta forma de talla da lugar a la frontalidad de las figuras. El material duro corresponde a la idea de lo duradero   

Existe jerarquización en la composición, Micerinos es de mayor tamaño que se acentúa con la corona que las dos figuras femeninas. 

Este tipo de escultura regia  o de dioses presenta  convencionalismos que se repiten  a lo largo  2500 años  con excepción del reinado de Akkenatón: Estas normas son:  

ü  Suelen adaptarse a un canon que es el puño. La longitud del cuerpo debería ser de 18 puños cerrados: dos puños la cabeza, 10 del cuello a la rodilla y 6 de la rodilla a la planta del pie. Sólo a partir del siglo VII a.C. sería sustituida por una medida de 21 puños.

ü  Presentan rigidez con los brazos pegados al cuerpo, puños cerrados evitando salientes que pudieran provocar la ruptura de la imagen que servía de Ka. 

ü  El estudio anatómico está idealizado aunque es proporcionado no muestra o se detiene en detalles:  los músculos por ejemplo con tendencia a la idealización pretenden presentar la vitalidad de la juventud, los paños del faldellín apenas tienen relieves o movimiento y los vestidos de lino de las mujeres se ajustan al cuerpo mostrando unas formas femeninas también idealizadas mientras que la zona del pubis se resuelve con un triángulo.  También muestran geometrización las rodillas.

ü   Se observa simetría, se puede trazar una línea que pasando por el centro del torso (muy marcada) divide el cuerpo en dos partes iguales.

ü  Existe hieratismo y falta de expresión si acaso este aparece por una leve sonrisa. Los ojos como en toda la escultura arcaica son almendrados

Estas normas que siempre se repiten obedecen a una escultura antinatural que busca representar no a hombres sino a faraones-dioses o a los mismos dioses.    

 COMENTARIO: CONTEXTO FUNCION, ESTILO          

La civilización egipcia era una civilización fluvial y agrícola, fuertemente jerarquizada y centralizada, y con una religión politeísta y con la creencia en la vida de ultratumba.

Al frente de esta sociedad y del poder político se encontraba el faraón, considerado como un dios o muy cercano a los dioses. Del faraón dependía la estabilidad y buen orden de la sociedad, de ahí la importancia de las ceremonias que presidía y de los ritos anuales para garantizar la fertilidad y la vida (son numerosas las diadas y triadas). 

Uno de los aspectos originales de la civilización egipcia es la creencia en la vida de ultratumba que implicaban ceremonias como la momificación, la elaboración de un doble del difunto o Ka en el que se instalaría el alma de ahí el cuidado para que no se rompiera la estatua y fuera eterna e imperecedera.

Las funciones de esta escultura son:

ü  Funeraria. servir de ka o doble del difunto ¿Por qué la presencia de nomos diferentes? Tal vez para asegurarse la entrega de ofrendas en sus tumbas.

ü  Religiosa servir de objeto de culto por la vinculación entre Micerinos y la diosa Hathor.

ü  Política. Los nomos, la presencia de la corona y las inscripciones hacen referencia al dominio del faraón sobre las tierras de Egipto de las que era señor y protector.

SIGNIFICADO O SIMBOLISMO. El hieratismo y el estatismo simbolizan su alejamiento en cuanto a su importancia del pueblo y la superioridad y autoridad del representado.

La consideración política y religiosa del faraón da lugar a este tipo de representaciones cuyos cánones o normas tratados no variaran. 

Estos cánones o convenciones solo cambian en el reinado de Amenofis IV o Akkenatón caracterizado por un arte más naturalista y realista que representa incluso los defectos físicos.   Pero una vez concluido su reinado se vuelven a las convenciones anteriores como muestran la estatuaria de Ramsés II.

Las esculturas que representan a funcionarios o a personajes cortesanos tienden hacia un mayor humanismo y naturalismo, como el Escriba Sentado. 

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