viernes, 16 de abril de 2021

Oposición Geografía e Historia. Prácticas Historia Contemporánea. Textos I Guerra Mundial. Tema 47: LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL Y LAS RELACIONES INTERNACIONALES EN EL PERIODO DE ENTREGUERRAS. LA CRISIS DE 1929.

 Oposición Geografía e Historia. Prácticas Historia Contemporánea. Textos I Guerra Mundial. Tema 47: LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL Y LAS RELACIONES INTERNACIONALES EN EL PERIODO DE ENTREGUERRAS. LA CRISIS DE 1929

TEXTOS TEMAS: La Primera Guerra Mundial (1914-1918).

  • Artículo de la prensa británica. Saturday Review, (11 septiembre de 1897).
  • BERTRAND RUSSELL, Autobiography (1951).
  • Mensaje de guerra del presidente Wilson, 2 de abril de 1917
  • Los Catorce Puntos de Wilson y la Paz de París.
  • Fragmentos del Tratado de Versalles, 1919.

 

TEXTO A: Artículo de la prensa británica. Saturday Review, (11 septiembre de 1897).

Inglaterra, con su largo pasado histórico de agresiones coronadas por el éxito y con su maravillosa convicción de que, satisfaciendo sus propios intereses, expande la luz entre las naciones sumergidas en las tinieblas, y Alemania, que tiene las mismas convicciones, con una fuerza de voluntad menor, pero quizá con una mayor inteligencia se enfrentan en todos los puntos del globo: en el Transvaal, en El Cabo, en África central, en la India y en Oriente, en las islas de los mares del Sur y en lejano Noroeste. En todo esos lugares la bandera ha seguido a la Biblia y, allí donde el comercio ha seguido a la bandera (y ¿dónde no ha penetrado?), los intereses alemanes están en lucha con los intereses británicos (...). Un millón de pequeñas disputas están a punto de originar el mayor conflicto bélico que el mundo haya conocido.

TEXTO B:  BERTRAND RUSSELL, Autobiography (1951).

LEE y RESPONDE: ¿cómo fue acogido el estallido de la Guerra por la población inglesa? ¿A qué fue debido?

Durante los calurosos días de finales de julio, yo estaba en Cambrigde, discutiendo la situación con todo el mundo. Consideraba imposible creer que Europa estuviese tan loca como para precipitarse a la guerra, pero yo estaba convencido de que, si llegara a haber guerra, Inglaterra se vería involucrada. Yo deseaba vivamente que Inglaterra permaneciera neutral, para lo que recogí firmas de un amplio número de profesores y compañeros para una declaración que, a tal efecto, apareció en el Manchester Guardian. El día que la guerra fue declarada, casi todos ellos cambiaron de pensar. Eché la tarde paseando por las calles, especialmente en las cercanías de Trafalgar Square, observando a un entusiasmado gentío que me hacía a mi mismo sensible a tales emociones. Durante aquel día y los siguientes, descubrí para mi sorpresa que hombres y mujeres sensatos están encantados con la perspectiva de la guerra. Yo había supuesto ingenuamente lo que la mayoría de los pacifistas afirmaban: que las guerras eran una imposición de gobiernos despóticos y maquiavélicos sobre una población que las rechazaba (...).

TEXTO C: Mensaje de guerra del presidente Wilson, 2 de abril de 1917

¿Qué razones llevaron a los americanos a declarar la guerra a Alemania?

            El día 3 de febrero les expuse el anuncio hecho por el gobierno imperial alemán (...) que dice que utilizaría sus submarinos para hundir todos los barcos que se acercaran a cualquier puerto de Gran Bretaña e Irlanda o de las costas occidentales de Europa o a cualquiera de los puertos controlados por los enemigos de Alemania en el Mediterráneo (...).

            Barcos de todas clases y cualquiera que fuera su bandera, su carácter y su carga, su destino o su misión han sido enviados al fondo del mar sin ninguna advertencia y sin un solo pensamiento de ayuda para sus pasajeros, fueran barcos de países beligerantes o de países neutrales (...). La guerra submarina de Alemania contra el comercio es una guerra contra la humanidad (...).

            Se han hundido barcos americanos y se han perdido vidas americanas (...).

            Con absoluta conciencia del carácter solemne de la decisión que acabo de tomar y de las graves responsabilidades que esta decisión comporta, aconsejo que el Congreso declare que la reciente conducta del gobierno imperial alemán no es sino un cambio de dirección de la guerra contra el gobierno y el pueblo de los EE.UU. Propongo que el Congreso acepte la posición de beligerante (...)


 TEXTO D. Los Catorce Puntos de Wilson y la Paz de París.

“1. Acuerdos de paz (…) después de los cuales no habrá más acuerdos internacionales privado de cualquier naturaleza que sean; la diplomacia procederá franca y públicamente.

2. Libertad absoluta de navegación sobre los mares, fuera de las aguas territoriales (…).

3. Supresión, en tanto en cuanto que sea posible, de todas las barreras económicas y establecimiento de condiciones comerciales iguales para todas las naciones (…).

4. Suficientes garantías (…) para que los armamentos nacionales sean reducidos al límite, extremo compatible con la seguridad interior de los países.

5. Arreglo libre, en un amplio espíritu y absolutamente imparcial, de todas las reivindicaciones coloniales, basado sobre el respeto estricto del principio que regula todas las cuestiones de soberanía (…).

6. Evacuación de todos los territorios rusos y regulación de todas las cuestiones concernientes a Rusia (…) para permitir (…), en plena independencia, su desarrollo político y nacional; para asegurarle una sincera acogida en la Sociedad de Naciones libres bajo el gobierno que ella misma se haya dado (…).”.

Fragmento del mensaje del presidente Wilson, 1918.

 

TEXTO E. El Tratado de Versalles.

“Los EE.UU. de América, el imperio británico, Francia, Italia y Japón (…) de una parte, y Alemania de otra, han convenido las disposiciones siguientes (…).

42. Se prohíbe a Alemania mantener o construir fortificaciones, sea sobre el lado izquierdo del Rin, sea sobre el lado derecho (…).

45. En compensación de la destrucción de las minas de carbón en el norte de Francia (…), Alemania cede a Francia la propiedad de las minas de carbón situadas en el Sarre (…).

51. Los territorios que fueron cedidos a Alemania en virtud del Tratado de Paz de 1871 (Alsacia y Lorena) son reintegrados a la soberanía francesa (…).

80. Alemania reconoce y respetará estrictamente la independencia de Austria (…).

87. Alemania reconoce la independencia de Polonia (…).

119. Alemania renuncia (…) a todos sus derechos y títulos sobre sus posesiones de Ultramar (…)”.

Fragmentos del Tratado de Versalles, 1919.


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