PRÁCTICA GEOGRAFÍA ESPAÑA: PAISAJES AGRARIOS.
Oposición Geografía e Historia: Prácticas de Geografía.
PAISAJE AGRARIO CANARIO: LA GERIA
La imagen
que vamos a comentar es una fotografía panorámica de un paisaje
humanizado-producido por el hombre. En primer plano vemos un relieve
raso cubierto por un cultivo de vides sobre sustrato volcánico, sus cepas
crecen en el fondo de boquetes abiertos en el suelo protegidas de los vientos
por muretes semicirculares. Tras los cultivos, un relieve de elevaciones
medias, tanto suaves como de fuerte pendiente, fruto de emisiones de
volcánicas. Entre las elevaciones montañosas del fondo y los cultivos del primer
plano observamos una pequeña casa de muros blancos, lo que nos indica que se
estamos ante un hábitat rural disperso típico de Canarias. En concreto se trata
del paisaje de la Geria, zona de una excelente producción de vinos en
Lanzarote. Este paisaje y este tipo de explotación agrícola se extiende entre
los municipios de Yaiza, Tías y Tinajo.
En cuanto
a los aspectos físicos del medio destacan las elevaciones montañosas que se ven
al fondo. Son de origen volcánico, como la isla. Desde hace sesenta
millones de años hasta principios del siglo XIX, diferentes episodios eruptivos
y la acción de los procesos erosivos, han conformado el paisaje de la
isla. El paisaje de la Geria se extiende
por el valle central de la isla de Lanzarote, sobre los materiales volcánicos
más recientes de edad cuaternaria. Las últimas erupciones son históricas, de
los siglos XVIII y XIX, y gran parte de la superficie que cubrieron se
encuentra hoy dentro del Parque Nacional de Timanfaya, declarado en 1974.
Es sin
duda la geomorfología volcánica y sus paisajes el mayor atractivo de Timanfaya.
Allí podemos identificar multitud de formas volcánicas: calderas, conos,
hornitos, jameos, tubos, campos de lapilli, entre otros, nos explican cómo
sucedieron los acontecimientos durante las erupciones.
En
cuanto a los aspectos económicos, destaca por los cultivos de vid en hoyuelos
protegidos por muretes de piedra.
Durante
la erupción histórica de Timanfaya se arrojaron al aire una enorme cantidad de
piroclastos. Estos dieron lugar a extensos depósitos de color negro y rojo que
reciben el nombre de campos de lapilli. El material piroclástico sepultó los
campos de cultivo existentes en aquel momento, obligando a los agricultores a
adaptarse a un nuevo tipo de suelo más reciente y pobre. Sin embargo el
lapilli, denominado en las islas picón, posee la cualidad de retener el
agua del rocío y la que aportan las escasas lluvias al tiempo que también es un
regulador de la temperatura del suelo.
Estas propiedades de los
piroclastos dieron lugar a que la vegetación natural creciera más vivazmente
sobre ellos que sobre los anteriores suelos de la zona. Por este motivo se
asentaron los nuevos cultivos sobre el picón, excavando hasta llegar al
sustrato edáfico y plantando en él, dando lugar a uno de los paisajes agrarios
más peculiares del mundo: La Geria.
La técnica de cultivo consiste
en excavar en el lapilli una especie de cono, de unos seis metros de diámetro y
entre uno y dos metros de profundidad, y proteger la planta del viento con
muretes de piedras en forma de media luna orientados a sotavento. Enterrada la
vara de parra, luego se cubre con la tierra, y sobre ésta se echa estiércol,
que se renueva cada dos años o incluso en algunas ocasiones más tiempo. Por
último, se cubre de nuevo el suelo con el picón y se realiza un muro de piedra
viva alrededor que sirve de cortaviento.
La técnica
utilizada en la viña es la de arenados, (los arenados en la isla de
Lanzarote surgen tras la erupción de Timanfaya en 1730 – 1736), a través del
picón. Este tipo de técnicas, tiene en
primer lugar un efecto higroscópico, es decir capta directamente de la atmósfera
la humedad ambiental, permitiendo ello el cultivo de determinadas plantas que
por las condiciones atmosférica no se darían. Otro de los beneficios es el
denominado efecto "mulching", ello supone un aislante térmico con lo
cual la temperatura del suelo siempre es superior a la ambiental, esto facilita
el desarrollo de las plantas e incrementa el grado de azúcares en las uvas, y
por tanto su nivel de alcohol. Una tercera ventaja es que al estar cubierto el
suelo se impide la erosión de los mismos y, por consiguiente, hay una mejora de
la productividad, ya que los suelos conservan buena parte de sus
características originales. Asimismo, son interesante estas prácticas porque el
color negro del picón absorbe radiación solar incrementado la temperatura por este
factor, ello no ocurre con el jable, pues el color claro de la arena lo que
produce es un reflejo de los rayos solares y no su absorción. Por último,
señalar también que las lluvias se aprovechan mejor en estas superficies que
sobre el suelo, pues la capacidad del picón para recoger el agua de lluvia es
muy superior a la del suelo, donde buena parte del líquido elemento discurre
formando escorrentía, que no sólo suponen la consabida pérdida de agua, sino
también de suelo.
Las especies cultivadas son, principalmente,
vid y frutales con una densidad de 200 a 2.000 plantas por hectárea. Además del
cultivo en hoyos circulares o semicirculares también se realiza en surco, sobre
todo en zonas en las que el espesor de cenizas es menor.
El resultado es una agricultura extensiva, ya que el sistema de producción de cultivos busca aprovechar
el suelo y sus recursos naturales y no requiere de una gran mano de obra ni maquinaria. Las parcelas, como vemos en la
imagen, se tratan de grandes extensiones de tierra (predomino del latifundio).
El cultivo mayoritario es la
uva, teniendo la isla Denominación de Origen Vinos de Lanzarote. Con una
producción máxima de 7.000 kilos por hectárea, la mayoría de las cepas tienen
entre 30 y 50 años, siendo su vendimia totalmente tradicional sin mecanización
alguna. La diversidad de uvas es alta pues se cultivan once especies de uva
blanca y trece de tinta. Este particular sistema de cultivos de viñas
tiene como producto estrella el legendario vino malvasía, un vino fresco y dorado
de alta graduación.
Otras especies cultivadas son
la higuera y diversos frutales.
A pesar de su clima subdesértico, los vientos africanos abrasadores y un sustrato volcánico con poco contenido en materia orgánica y baja actividad biológica, Lanzarote ha creado un exclusivo modelo agrícola sostenible con el medio y el paisaje. Por este motivo en 1994 la Geria, con 5.255,4 hectáreas, se reclasificó como Paisaje Protegido, después de haber sido declarado Parque Natural en 1987. Actualmente también cuenta con la figura Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y un sector de su superficie está declarada área de sensibilidad ecológica por la presencia del monumento natural Cueva de los Naturalistas
Para concluir decir que, se puede afirmar que los condicionantes naturales no han sido un hándicap para el desarrollo del viñedo en la isla, más bien todo lo contrario, pues las singulares condiciones de geología y clima han permitido la existencia de unas variedades de uvas y de caldos diferentes a los de otros lugares, incluso del propio Archipiélago Canario
No hay comentarios:
Publicar un comentario