Oposición Geografía e Historia. Prácticas Geografía Física. Anexo sobre la DISTRIBUCIÓN DE LAS PRECIPITACIONES EN ESPAÑA Y LA VARIEDAD CLIMÁTICA PENINSULAR. Tema 17: La península Ibérica: relieve, clima y vegetación. Diversidad regional de la España Peninsular e insular.
ANEXO APLIACIÓN TEMA 17 GH para OPOSITORES:
De los distintos elementos del clima, la
cantidad y el régimen de las precipitaciones son las que más contribuyen a la
diversidad climática de la Península. Las lluvias
originan regiones bioclimáticas muy contrastadas.
La disposición periférica de los
relieves montañosos es
responsable de la gran desigualdad en las cantidades de lluvia caída y del
reparto estacional y por regiones.
Las lluvias van disminuyendo de oeste a
este y de norte a sur. Las mayores cantidades de agua se registran en
el ángulo noroeste de la Península y las menores en el sudeste, que es el área
más seca de toda Europa (Cabo de Gata).
La distinción entre la España Húmeda y
la España Seca, separadas por las isoyeta de los 600 u 800 mm de lluvia anual. Según
autores, es el rasgo climático más importante.
·
La España
Húmeda no tiene ningún mes seco aunque también en ella las precipitaciones
registran los valores más bajos en verano. Los días con lluvia son al menos 160
al año pero con frecuencia superan esta cifra. A la España Húmeda pertenecen
las comunidades de Galicia, Asturias, Cantabria y el País Vasco y las grandes
cadenas montañosas.
·
La España
Seca ocupa la mayor parte del territorio. En ella las precipitaciones están
entre los 300 y los 800 mm de lluvia anual pero lo normal es que no se alcancen
los 550 mm. El verano es prácticamente seco en todos los lugares, pero no dura
lo mismo en todas las zonas. En Andalucía puede durar hasta seis meses. Los
días con lluvia también varían mucho. En el Norte de la España Seca son unos
120, en Castilla y León 70 y en Castilla-La Mancha unos 55.
·
El límite
señalado entre la España Húmeda y la España Seca es el de la España verde, de
bosques y praderas y el de la España mediterránea que se extiende por las
tres cuartas partes de la Península, donde la degradación climática origina una
gran variedad de paisajes agrarios. Los contrastes más acusados son los que
oponen el noroeste y el sudeste pero entre ambos se produce un cambio
progresivo de la vegetación mediterránea.
Hay un clima mediterráneo en la mayor
parte del territorio que se continentaliza en las tierras interiores y un clima
oceánico-templado en las zonas del norte y noroeste, pero los matices regionales
son numerosos. De acuerdo con la cantidad de lluvia anual y sintetizando el
conjunto de variedades climáticas que se registran en la Península Ibérica, los
tipos de clima son:
A. Templado húmedo: se
puede denominar también templado oceánico y atlántico. Tienen este clima las
zonas costeras del Atlántico y del Cantábrico. Se caracteriza por frecuentes
cambios de tiempo, nubosidad frecuente, humedad alta y lluvias a lo largo de
todo el año. Las temperaturas son suaves en invierno y moderadas en verano por
lo que la amplitud térmica anual es corta.
B. Templado
mediterráneo: su principal rasgo es la sequía de verano. Se distingue un
clima mediterráneo de inviernos suaves (temperatura de enero por encima de 6º
C) y un clima mediterráneo de inviernos fríos (temperatura de enero por debajo
de 6º C).
1. Mediterráneo de inviernos
suaves. Las lluvias son muy irregulares de un año para
otro y más bien escasas (400 a 600 mm). Son lluvias torrenciales y concentradas
en muy pocos días y el verano es muy seco. La amplitud térmica es mayor que la
del clima templado húmedo porque los inviernos son más cálidos.
Este tipo de clima presenta muchos
matices. Las temperaturas aumentan y las precipitaciones descienden en el
sentido norte-sur desde Cataluña hacia Andalucía.
ü
La estación
seca es más prologada en Andalucía que en Cataluña.
ü
En
Extremadura y en el valle del Guadalquivir las temperaturas del invierno son
inferiores a las de las zonas costeras y las de verano más altas.
2. Mediterráneo de inviernos
fríos o continental. Es el clima del interior de la Península degradado del
clima mediterráneo del litoral. La continentalidad se manifiesta en una fuerte
oscilación térmica anual, en temperaturas mínimas invernales que pueden alcanzar
en Castilla-León los 8 grados bajo cero y en máximas de verano muy altas; en
lluvias anuales escasas (300 a 600 mm), con mínimos muy acusados e invierno y
verano, y en un número de días con lluvia entre 65 y 95.
En la Meseta hay dos zonas climáticas. Al
sur del Sistema Central, en Castilla-La Mancha, la nieve es poco frecuente, el
invierno breve y el verano largo y caluroso. En Castilla-León la nieve es más
frecuente, los inviernos más largos y rigurosos y el verano corto. En el Valle
del Ebro la continentalidad es mayor que en las dos Castillas: el clima es más
caluroso que en ellas, las amplitudes térmicas son también mayores y la aridez
más acusada.
C. Seco o árido: este clima responde a una mayor degradación del clima mediterráneo. La escasez de precipitaciones permite individualizarlo respecto a los demás. La estación seca supera los nueve meses y los días con lluvia son muy pocos. La media anual de precipitaciones está por debajo de los 350 mm y los 120 mm del Cabo de Gata permiten hablar de área subdesértica. Las lluvias suelen estar asociadas a situaciones de gota fría en las que las lluvias se producen en muy pocas horas. Las temperaturas del invierno son muy suaves y los veranos calurosos y largos.
Si observamos este mapa sobre las precipitaciones medias anuales sobre la Península Ibérica, veremos, aun a pequeña escala, que las isoyetas ponen de manifiesto las principales características de la distribución de la lluvia sobre la península Ibérica.
En primer lugar la precipitación aumenta
de forma bastante regular de sur a norte y es notablemente superior en la
vertiente cantábrica que en la mediterránea.
Además, la lluvia aumenta con la altitud
y, en cierta medida, el mapa pluviométrico refleja el mapa del relieve. En las
depresiones orográficas, a sotavento de los vientos húmedos, las cantidades son
relativamente inferiores.
La isoyeta de 700 mm. Puede tomarse como
la frontera entre la España húmeda y la de veranos secos, aunque en esta última
haya núcleos importantes con cantidades de lluvia por encima de los 700 mm.
anuales.
Las áreas con más de 2.000 mm. de
precipitación aparecen en el norte de Portugal, Galicia, cordillera Cantábrica
y sistema Central, además de en la sierra de la Estrella y en la sierra de
Ubrique.
El área más seca de la península, con totales anuales de lluvia que no llegan a
300 mm. se localiza en el sudeste, en cuyo litoral pueden no alcanzarse los 200
mm. Es posible que en Cabo de Gata registre la precipitación más baja de todo
el continente europeo.
Característica destacada del régimen
pluviométrico de la península ibérica es la diferencia entre las áreas con
menos y más lluvia anual, en una relación de 1 a 25.
El mapa permite deducir que existe una
gran deficiencia de lluvia en gran parte de la península y, a la vez, que
existen áreas de gran pluviosidad próximas a zonas áridas lo que permite el
desarrollo en éstas de la agricultura de regadío.
Recesión tomada de Font Tullot, I,:
Climatología de España y Portugal
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