viernes, 30 de julio de 2021

Oposición Geografía e Historia. Prácticas Historia de España. Comentario de Texto. Crisis agrarias del siglo XIX. Temas 39 y 40 de la oposición: 39.(La construcción del estado liberal y primeros intentos democratizadores en la España del siglo XIX.) y 40 ( Transformaciones agrarias y proceso de industrialización en la España del siglo XIX).

 

ASPECTO Y REPERCUSIONES DE LAS CRISIS AGRARIAS

Preámbulo de la Circular del Gobierno a las autoridades provinciales. 4 de marzo de 1868.

Las perturbaciones que últimamente han ocurrido en Granada y en algunos pueblos de aquella provincia con pretexto de la carestía del pan, descubren muy a las claras dos hechos dignos de la más profunda atención. Se ve por una parte, que el estado de los campos por la falta de aguas, la poca abundancia de las cosechas de estos últimos años, el espíritu de granjería sobre las sustancias alimenticias, y la falta de trabajo han difundido entre la clase proletaria el temor de que coincidan a un mismo tiempo la falta de recursos para comprar el alimento más necesario, y la carestía por causa de escasez de este alimento. Por otra parte se advierten señales nada equívocas de los manejos que se emplean para dar una dirección revolucionaria a las preocupaciones que nacen de aquel temor, y para sacar partido de las pasiones populares en provecho de planes políticos que usando de otros medios no pueden alcanzar éxito.

(...) no es de esperar, según datos oficiales, sobre todo después de los últimos cambios atmosféricos, que falten de un modo general en todas las comarcas del reino los productos alimenticios.

(...) si bien es verdad que las cosechas de los años anteriores han sido cortas, el Gobierno con presencia de tal escasez, ha dictado órdenes eficaces, ya con el fin de que no se exportan los cereales que hacen falta en España, ya con el de que venga de otros países el suplemento que se necesita para hacer frente a aquella necesidad, ya con el objeto de hacer más fácil y barata la circulación de los citados importantes artículos por los caminos de hierro. Los estados de esta circulación demuestran el gran movimiento que en las mencionadas mercaderías se ha realizado, lo cual prueba de una manera concluyente que no es tan grande la falta de equilibrio en el abastecimiento de las sustancias de que se trata.

Procurando restablecer la abundancia, aumentando el movimiento de los alimentos principales y tomando las resoluciones que dejo indicadas, el Gobierno ha combatido las granjerías que se consagran a encarecer aquellos artículos. No es, pues, fundada la preocupación de los que, buscando responsabilidades que justifiquen los desbordamientos del populacho, suponen mayor de lo que es el acaparamiento calculado del pan y se valen de esta especie para concitar a la muchedumbre.

Tampoco es tan extensa como se dice la falta de trabajo. De las noticias recibidas por el Gobierno se infiere a que tanto éste como los Ayuntamientos, las Diputaciones provinciales y aun los particulares, han hecho y hacen los mayores esfuerzos para que hallen ocupación los jornaleros. Sin embargo, los espíritus turbulentos, que nunca faltan para explotar en provecho de la revolución las calamidades que afligen a los pueblos, exageran los males que sufrimos, incitan a los revoltosos extravían a la gente sencilla que vive de su trabajo y alguna vez consiguen por este medio fomentar escenas tumultuosas en que la Autoridades, cumpliendo con sus deberes, tienen que usar la fuerza para combatir, no a los necesitados, sino a los que explotando la necesidad se amotinan y faltan a las leyes.

Para precaver tan deplorables acontecimientos (...) medidas enérgicas para prevenir la escasez y evitar la carestía de los alimentos más necesarios (...) convendrá se dirija a las gentes acomodadas, a quienes más que a nadie interesa este asunto, según ya se le indicó en la circular del 15 de enero último, y las excite a formar, como ya se ha hecho en Granada, asociaciones que contribuyan a reunir cantidades destinadas al alivio de la miseria pública.

En ocasiones como esta es cuando se necesita emplear grandemente la caridad que consuela y socorre el malestar de las clases proletarias, las hace mirar con gratitud el alivio que reciben y aleja el temor de lamentables perturbaciones.

Pero si estas llegasen, a consecuencia de sugestiones malévolas y de manejos criminales, procure V.S. descubrir inmediatamente a los que así las preparen y realicen, para castigar los con severidad y no omita medio alguno, desde la persuasión hasta los más enérgicos, a fin de que se restablezca el orden y sean, como es debido, acatadas las leyes.

 

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